El laberinto de los tópicos

El laberinto

Ariadna y Teseo, Nicolo Bambini


Dédalo, famosísimo por su pericia en el arte de la construcción, realiza la obra, confunde las señales, e induce a error a los ojos con la sinuosidad y las revueltas de interminables pasadizos. No de otro modo que juega el transparente Meandro y con inseguro curso va y vuelve y saliendo a su propio encuentro contempla sus ondas que luego pasarán por allí mismo, así Dédalo llena de recodos los innumerables pasadizos y apenas pudo él mismo volver al umbral”.
Metamorfosis, Libro VII 159-168, Ovidio

Este laberinto serpentea como el río Meandro, famoso en la Antigüedad, pero no encierra ningún monstruo, no hay un Minotauro amenazante en sus pasadizos; si te pierdes no correrás ningún peligro porque Ariadna te tiende un hilo para guiarte por los innumerables contenidos que se esconden dentro.


Elige, sin miedo, entre avanzar a derecha o a izquierda, arriba o abajo, volver al inicio o avanzar un paso más. Si te adentras en este laberinto, te esperan siglos de palabras, música, arte, ideas, emociones...


Ló único que te puede suceder es que dentro encuentres algo que te interese, que te mueva a seguir buscando y perdiéndote y que salgas diferente a como has entrado.


¡Entra en el Laberinto, valiente como Teseo!